Soleada mañana la que acogió al Mungia en Durango. Un terreno de juego de gran calidad, idóneo para un juego combinativo fue el escenario del partido entre Iurretako y el Mungia. Se esperaba un partido duro aunque el Mungia partía como favorito por la diferencia de puntos en la tabla.
En el primer tiempo, el Iurretako buscaba jugar el balón, tocar y salir con un buen juego de pases, pero salvo alguna jugada solamente se quedaron en intenciones, ya que el Mungia supo cortar esa estrategia. A pesar de ello, los locales insistían en su forma de juego y en alguna ocasión crearon peligro. El Mungia, superior en la primera parte, disfrutó de numerosas ocasiones para abrir el marcador, Nikolas con una carrera y un gran pase a Julen consiguió marcar el primero,0-1. A lo largo de la primera mitad los de Mungia pudieron aumentar la diferencia en el marcador, pero los errores y la fortuna hicieron que los balones se fueran al larguero o desviados. Por las circunstancias del partido, era posible tocar y mantener la posesión, aunque el Mungia no estaba por la labor y no salían las cosas. Pese a no conseguir realizar un juego de combinación, las ocasiones llegaban de diferentes maneras. El Iurretako con alguna llegada solitaria no daba miedo y nos íbamos al descanso con un Mungia superior que parecía favorito.
Al inicio de la segunda parte los rojinegros empataron el partido y al Mungia se le complicaba un un enfrentamiento que parecía favorable, 1-1. El Iurretako cambiaba la estrategia y ya no querían seguir tocando el balón y buscaba un juego más directo. El partido se volvió más feo y luchado en el medio campo y las ocasiones llegaron por parte de los locales. Con el paso de los minutos, el Mungia fue perdiendo el norte del partido y cada vez costaba más generar ocasiones claras. Los jugadores sustituidos en esta segunda parte fueron Nikolas (52´), Jon Ander (54´), Julen (63´) y Aimar (70´); en su lugar salieron Iker Yecora, Oier Barandika, Mikel Sarobe y Asier Moreno.
En los minutos finales se produjeron varios desajustes que regalaron un gol al Iurretako. Un gol tonto por culpa de la precipitación y el desorden imperante en el equipo visitante, 2-1. Los minutos finales fueron de caos total, en los que las posiciones de los jugadores eran de mero tramite. Pese a todo el Mungia consiguió encontrar un par de ocasiones claras pero que no fueron resueltas con acierto.
Al final un golpe duro por la ocasión desaprovechada, un partido perdido contra un rival inferior y ningún punto rescatado de Durango. Trabajar, trabajar y trabajar único remedio para seguir evolucionando.
Un primer tiempo donde MUNGIA no aprovecha las infinitas oportunidades para irse al descanso con al menos tres goles de diferencia y un segundo tiempo donde los cambios tempranos de jugadores que estaban siendo importantes disminuyen el potencial defensivo del equipo pero sobre todo desaparecen las posibilidades ofensivas y el partido le queda de cara al equipo local y por supuesto lo sabe aprovechar.
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