Un sábado de lluvia,
granizo, frío y viento daba la bienvenida al Mungia en Lekeitio. A pesar de la
poca costumbre de jugar bajo el frío y la lluvia, los jugadores deberían hacer
frente al panorama que les aguardaba. Unas condiciones meteorológicas que
recordaban mucho a las del partido de ida que se
jugó en Mungia.
Cuando el árbitro pitó
el inicio del encuentro los jugadores pronto intentaron concentrarse en el
partido para olvidar las condiciones desfavorables. Los dos equipos salieron
fuertes y sólidos, aunque los blanquiazules se adueñaron en cierta medida de
los primero minutos de la primera mitad. Con el paso de los minutos el partido
siguió disputado, aunque en el tramo final el Lekeitio consiguió generar más
peligro. El premio llegó para el equipo
local antes del descanso, que consiguió marcar el 1-0 y poner cuesta abajo el
encuentro. Cuando parecía que así nos íbamos al descanso, en una falta en
contra sin peligro aparente, un mal
entendimiento con el árbitro y los “pasos” propició el 2-0 del rival. Una
situación en la que los jugadores pecaron de inocentes y el árbitro no se hizo entender,
acabó con el balón en la portería de los fóraneos.
En la segunda mitad
el guion fue parecido. Poco o nada de fútbol, balones arriba, sin complicaciones
y evitando cualquier tipo de error propiciado por el estado del terreno de juego.
Los dos equipos jugaban a lo mismo y ambos conocían las normas de este juego.
Fuerza, lucha, intensidad y contundencia eran las armas para llevarse el
partido. En el minuto 55 Aimar se retiró del campo y en su lugar entró Oier y
ocho minutos después Iñigo fue sustituido por Vini. El Mungia sufría en la
segunda parte, pero el Lekeitio tampoco estaba relajado, el peligro podía
llegar en las dos porterías. Con el paso del tiempo el Mungia fue ganado
terreno y no se rindió en ningún momento, luchando hasta el final. En el minuto
68 Joseba preparó una doble sustitución: daba entrada a Asier Moreno y a Ander
Areskurrinaga por Mikel y por Iker. Con el transcurso del tiempo, el Mungia
llegaba con más ahínco y en los últimos
minutos se metió de lleno en el partido con el gol de Horma, 2-1. El Mungia
peleó hasta el último suspiró para terminar muriendo en el campo, algo que
honra al equipo pese al mal resultado.
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