El Mungia llegaba a Durango con numerosas bajas y alguna sanción. Un equipo muy mellado y con solo dos cambios de jugadores de campo. El Ezkurdi, un equipo que actualmente se encuentra en la mitad baja de la temporada, venía con ganas y con un entrenador nuevo, con la intención de dar la vuelta a su situación.
El partido comenzó a las 12 de la mañana del sábado con un sol que brillaba en el cielo azul, algo casi extraño cuando estamos bien entrados en noviembre. El Mungia volvió a salir al campo con mucha intensidad, con ganas de atacar, de correr, de luchar por los tres puntos. Y pronto se vio que el Ezkurdi sufría en defensa y no conseguía salir de su propio campo. En el minuto 16 un gran pase elevado de Ander Areskurrinaga a Horma terminó con el balón en las redes, 0-1. En la segunda mitad de la primera parte los locales se fueron envalentonando y crearon peligro en el área visitante. Sin embargo, no consiguieron resolver y nos fuimos al descanso con el 0-1 a favor del Mungia.
En la segunda parte, el partido continuaba sin demasiados cambios, en la misma tónica. El Mungia superior pero no conseguía hacer daño real y el Ezkurdi sufriendo atrás y sin ocasiones claras. No llegaban al área salvo relajación de los blanquiazules. 11 minutos llevábamos jugados de la segunda parte cuando Asier Moreno fue retirado del campo para dar salida a Nikolas. 9 minutos más tarde, fue Jon Narvaez el sustituido para dar entrada a un jugador de Cadete B, Oier Barandika, que contribuyó enormemente al equipo, con mucho trabajo y esfuerzo. Ambos cambios ayudaron a refrescar el equipo para afrontar la última media hora de partido. En el mintuo 62 Julen Matilla, que estuvo muy participativo con internadas por la banda, consiguió entrar en el área y recibir un penalti claro. Fue Ander Hormaetxe quien se encargó de materializar la pena máxima y dibujar el 0-2 en el marcador.
A falta de 5 minutos y cuando todo parecía encarrilado, el Ezkurdi consiguió batir a Xiker y poner tensión en el tramo final, 1-2. Con el tiempo acabado, Xiker en un saque de puerta largo, consiguió que el balón le llegara a Nikolas, que con gran calidad batió al portero local de vaselina, poniendo el 1-3 final.
Normalmente, si el árbitro no hace un buen trabajo es protagonista de todas las críticas, sin embargo, cuando realiza una gran labor, nadie se acuerda. Desde aquí queremos destacar el arbitraje, que nos pareció muy correcto.
Un rival con poca oposición, el equipo de MUNGIA se contagia del rival, al final partido soso, aburrido, con poco fútbol y pocas ocasiones de gol. Lo mejor los 3 puntos, lo peor que era un partido para que los menos habituales aprovecharán la oportunidad y no lo hicieron.
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