lunes, 14 de noviembre de 2016

Derio - Mungia

El Mungia ha conocido la derrota. Una derrota dura, amarga y difícil de digerir. Las derrotas duelen, es cierto, pero dan que pensar,  sirven para reflexionar y analizar la situación. Como decía el novelista brasileño Pablo Coelho, "en vez de maldecir el lugar en el que te caíste, deberías buscar aquello que te hizo resbalar".  Es lo que debe hacer el Mungia, conocer dónde se ha fallado y seguir entrenando al 100%. Sin tonos alarmistas, sin manos a la cabeza y sin agachar la mirada.




Segundo fin de semana de lluvia consecutivo al que se enfrentaba el Mungia, esta vez como visitante, en el desgastado campo Ibaiondo en Derio. Se trataba de un choque de trenes, de dos rivales directos. El Derio comenzó siendo fiel a su juego, con un fútbol directo, poca combinación y buscando a su delantero centro. El Mungia salió con ganas pero sin juego, sin orden y con las ideas emborronadas. Pronto se perdió el medio del campo, el equipo se partió y los locales lo aprovecharon. A ello se sumó la lesión de Jokin que fue sustituido por Lander. El Derio siguió jugando como sabían hasta que llegó el primer gol que les puso por delante, Derio 1-0 Mungia. 

El Mungia las pocas veces que conseguía generar peligro, las decisiones incorrectas lastraban el trabajo hecho. En una ocasión aislada llegó el segundo gol del equipo blaugrana, 2-0. Un mal Mungia se marchaba al descanso con la moral por el suelo.

En la segunda mitad el equipo salió fuerte, con mentalidad positiva y ánimo para dar la vuelta al marcador. Pronto llegaron algunas ocasiones de gol, pero la falta de puntería volvió a aparecer. El Mungia no conseguía ese valioso gol tempranero y el Derio a la contra casi casi sentenció el partido con el 3-0. A pesar del gol, el Mungia seguía creyendo en sí mismo y confiaba en la remontada. Víctor dejó el terreno de juego para dar paso a Bilal, Adiran se fue por Xabi, Isasi por Joseba y Txabi por Aimar. 

Los blanquiazules presionaban a los locales. El Derio estaba metido atrás pero tampoco tenía excesivo peligro. Aunque con el paso de los minutos las ocasiones surgieron y el Mungia tuvo ciertas oportunidades de meterse en el partido. En una de estas ocasiones Asier Ayo terminó batiendo al portero, 3-1. Los de Mungia veían posible la remontada y el equipo adelantó líneas. A causa de esta situación, minutos más tarde el Derio en un contraataque mató el partido. Derio 4-1 Mungia. Con la esperanza perdida transcurrieron los últimos minutos. El mal partido del Mungia se pagó caro.

La primera derrota de la temporada siempre es difícil de encajar. Pero no hay que obcecarse en que se ha jugado mal o en el resultado. Hay que buscar soluciones, conocer en qué se ha errado. Trabajar más duro, pelear cada entrenamiento y centrarse en el equipo son claves para seguir con la buena senda. Si somos humildes e inteligentes la derrota de este fin de semana nos hará mejores.


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